Solo con el producto no vale. (El experimento del metro de Washington)
No nos engañemos, cuando adquirimos un producto o un servicio, no solo estamos basando la decisión en las cualidades objetivas del mismo, sino que como en anteriores posts he comentado, hay un elevado número de factores que afectan a nuestra decisión.
El producto no es solo el bien tangible, es todo lo que nos hace sentir y los beneficios tanto físicos como emocionales que nos aporta.
De todos es sabido que el café de Starbucks no es ni de lejos el mejor del mercado, sin embargo, el éxito de esta cadena es incuestionable.
Podríamos estar sacando ejemplos de esto durante horas, sin embargo, quiero centrarme en un caso realmente interesante que responde a un experimento llevado a cabo en el metro de Washington D.C. hace unos años.
El famoso periódico The Washington Post acordó con unos de los mejores violinistas de la actualidad (Joshua Bell), que se situara en una de las entradas dentro del metro de la ciudad, como si fuera un artista callejero, y diera allí mismo un concierto de una hora.
Como antecedente hay que resaltar que el violinista había dado un concierto en la ciudad tres semanas antes, a razón de 100 $ la entrada. Por supuesto la sala se había llenado.
El resultado del experimento fue concluyente, durante esa hora, ríos de gente pasaron frente al músico, sus piezas y su Stradivarius de 1713, y nadie salvo una mujer que había asistido a su concierto y ya le conocía, se detuvo más de un minuto a escucharlo.
¿La recaudación? Algo más de 30 $ durante toda la hora de concierto.
Algunas personas pueden decir: Pero es que el lugar no es el más adecuado, una boca de metro donde la gente viene y va con prisas y sin prestar atención a nada.
Estoy más que seguro que si el músico se hubiera identificado e incluso vestido con una vestimenta acorde a su profesión, el resultado hubiera sido muy distinto.
Por todo ello, sea lo que sea lo que vendamos, no podemos quedarnos atascados en las cualidades físicas, hay que vender también las emociones y todos aquéllos beneficios que de una u otra manera vamos a recibir.
No podíamos acabar de otra manera más que adjuntando el video del experimento.
Que lo disfrutéis:
2 thoughts on “Solo con el producto no vale. (El experimento del metro de Washington)”
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«Algunas personas pueden decir: Pero es que el lugar no es el más adecuado, una boca de metro donde la gente viene y va con prisas y sin prestar atención a nada.
Estoy más que seguro que si el músico se hubiera identificado e incluso vestido con una vestimenta acorde a su profesión, el resultado hubiera sido muy distinto.»
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Seguramente hubiese sido muy distinto… pero tanto… el hecho de que la gente viene y va con prisas a veces es imposible de combatir…. gente que va a una cita médica… gente que debe buscar (o llevar) lo niños al colegio a una hora determinada… la vida de la grandes ciudades es demasiado agitada a veces para detenerse… ¿que no debería ser así? absolutamente de acuerdo… pero lamentablemente lo es…
Si tratamos posicionar el producto en un mercado no acorde el resultado nunca será espectacular…. como ejemplo un caso extremo.. el fracaso de McDonalds en Bolivia, simplemente un producto exitoso a casi cualquier mercado, en ese no pudo, el mercado no estaba listo para ese producto,
Otro ejemplo a nivel micro… en la región oriental de Venezuela las caraotas (frijoles negros) se preparan colocándole azúcar durante la cocción, en occidente eso es un «pecado» tratar de vender caraotas dulces en restaurantes de Occidente de manera masiva será un fracaso, solo los orientales que viven allí la consumirán, por mas exquisita que sea la preparación y presentación…. ¿solución? no poner azucar en la cocción y colocar un dispensador en la mesa.. quien quiere le pone… es decir adaptarse al mercado…
«Podríamos estar sacando ejemplos de esto durante horas, …» y no solo ejemplos, tambien podriamos añadir supuestos y/o variables que hacen del escenario y/o producto una version diferente de la original y donde posiblemente obtendriamos resultados diferentes.
Ciertamente hoy en dia valoramos las cualidadesfísicas, las emocionales que en un momento determinado nos pueda transmitir ese producto y todos aquéllos beneficios que de una u otra manera vamos a recibir; pero el escenario, las variables y otras variables las maneja o puede manejar quien ofrece el producto o servicio segun los objetivos que desee conseguir.
Tambien nos podriamos hacer la pregunta: que hubiera pasado si, en lugar de Joshua Bell fueran unos 12 estudiantes de musica del ultimo curso y colocamos un titulo rimbombante a la orquesta y encima ofreces unas entradas para su gira internacional que comienza en WDC para los que identifiquen al menos tres piezas?
En conclusion, creo que simplemente hay que analizar y evaluar los resultados segun los objetivos esperados alcanzar; posteriormente ver que necesitamos mejorar para lograrlos o mejorarlos.